España se despide de las bolsas de plástico

España ya ha empezado a decir adiós a las bolsas de plástico. Con el objetivo de reducir el impacto medioambiental que éstas causan, la cadena francesa de supermercados Carrefour y su competidor español Eroski lanzaron en el país sendas campañas para desterrar de sus establecimientos las bolsas plásticas de un solo uso, una medida que fue recibida con opiniones encontradas por parte de consumidores y ecologistas.

Después de anunciarlo durante meses con grandes carteles, Carrefour dejó en Madrid de repartir de forma gratuita en sus cajas las bolsas de plástico desechables a las que estaban tan acostumbrados los españoles durante décadas, sustituyéndolas por unas reutilizables.

Así, los clientes pueden comprar bolsas de rafia que cuestan 50 céntimos de euro (70% de dólar), u otras hechas de fécula de patata, a cinco céntimos. Hay además pequeños carros de compra plegables, también de rafia, que se venden a tres euros (unos 4,20 dólares). Lo que tienen en común es que son biodegradables.

La idea es que hasta finales de año la medida se extienda a todos los centros que la cadena gala tiene en España. «Es una apuesta rotunda por fomentar la reutilización de materiales sostenibles», afirmó la empresa en un comunicado.

La estrategia de la cadena vasca Eroski, en cambio, pasa por regalar un céntimo por cada bolsa de plástico que el cliente no coja, mediante un sistema informático instalado en las cajas que calculará cuántas bolsas son necesarias para cada compra. Por ahora, este modelo está en fase de prueba, pero el objetivo es que empiece a funcionar en todo el país a partir del 10 de septiembre.

Otros grupos, como El Corte Inglés o Alcampo, también lanzaron planes para sustituir el plástico por materiales biodegradables, pero tampoco hasta el extremo de erradicar completamente las bolsas «de toda la vida».

España era considerada hasta ahora un auténtico «paraíso» de bolsas de plástico de un solo uso en Europa, donde ocupa el tercer lugar en cuanto a su consumo y el primero en cuanto a su producción.

En promedio, cada habitante utiliza anualmente 238 de estas bolsas, que tardan 400 años en descomponerse y de las que apenas se recicla un diez por ciento. De hecho, la utilización de las bolsas de plástico genera cada año 100.000 toneladas de residuos y 440.000 toneladas de dióxido de carbono que contaminan el planeta.

Pero las iniciativas que ahora se ponen en funcionamiento en España no son del todo voluntarias: En diciembre de 2008 se aprobó el Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR), con el que el país traslada a su legislación una normativa de la Unión Europea.

El objetivo es reducir en un 50 por ciento la cantidad de bolsas plásticas que se utilizan en los comercios entre 2010 y 2014, pero el plan deja en manos de las empresas la forma de lograrlo.

En este sentido, organizaciones ecologistas como Ecologistas en Acción o Greenpeace, si bien saludaron las medidas de Carrefour o Eroski, exigieron al Ministerio de Medio Ambiente que implante normas que eliminen las bolsas de plástico definitivamente.

Fuente: Heraldo.es