La devastación de los tornados en aumento

Aún sin conocer las cifras finales de muertos que dejó el tornado que sacudió a la localidad de Moore, estado de Oklahoma, se sabe desde ya que ha sido uno de los más fuertes y devastadores en la historia del país. De hecho, probablemente se ubicará entre los 10 más poderosos que se han registrado desde que existe una escala para medirlos.

Para hacerse una idea de la magnitud del fenómeno atmosférico, basta con saber que su diámetro era de casi 1.700 metros, cuando normalmente los tornados suelen ser de 150 metros de ancho en promedio. El tornado recorrió casi 35 kilómetros, más de cuatro veces lo habitual, y duró unos 40 minutos en los que regó además de lluvia y granizo la región, con vientos que superaron los 321 km/hora.

El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló que fue un tornado de categoría EF4, la segunda máxima.

Sin embargo, lo más trágico para este poblado es que no es la primera vez que sucede. En los últimos 15 años, esta misma ciudad ha sido sacudida en tres ocasiones por monstruosos tornados que la han dejado semidestruida en todas las ocasiones. La primera de ellas fue en mayo de 1999 cuando un tornado EF5, el más fuerte de esta escala de 5, arrasó con medio poblado y dejó 36 muertos y 295 heridos.

De acuerdo con el Servicio Nacional Meteorológico, el tornado de ese año fue uno de los más costosos de toda la historia con daños que superaron los mil millones de dólares. Según este mismo centro, los vientos de ese día –más de 480 kilómetros por hora– son los más altos que se han registrado sobre la faz de la tierra en toda la historia.

Cuatro años después y cuando Moore apenas se recuperaba de la tragedia, otro tornado, este categoría EF4, volvió a sacudir la zona. No hubo muertos pero sí cientos de heridos y millones en pérdidas materiales.

Lo escalofriante de esta secuencia es que la trayectoria de los tornados en los tres incidentes fue casi idéntica.
“Es difícil creer que algo así pudiera ocurrir de nuevo en Moore. Pero como sucedió en el 99 y en el 2003 de este también saldremos adelante”, dijo a la CNN la gobernadora del Estado, Mary Fallin. Pero no será fácil. Según Albert Ashwood, director del Departamento de Emergencias en Oklahoma, la destrucción que dejó el evento de este lunes podría ser aun peor que lo que se vio en 1999 o en el 2003. Por el momento se habla de unas 24 personas muertas, entre ellos varios niños, pero se teme que la cifra pueda seguir aumentando con el paso de las horas. La destrucción, además, es extensiva, pues el tornado arrancó de sus cimientos a cientos de viviendas en un área de al menos 6 kilómetros cuadrados.

Moore, casi un suburbio de la ciudad de Oklahoma, está en el centro del llamado ‘corredor de los tornados’, una zona al oeste del río Mississippi entre el norte de Texas y Dakota del Sur cuyas condiciones meteorológicas, especialmente entre marzo y agosto, son propicias para la formación de tornados. En un año normal pueden registrase hasta 600 tornados en esta zona, aunque muy pocos de ellos alcanzan las categorías EF4 o EF5.