Foro sobre cambio climático culmina con llamada a actuación al G8+5

El foro sobre cambio climático, que durante dos días reunió en Washington a congresistas, funcionarios gubernamentales y empresarios de 20 países, culminó hoy con un llamamiento a la acción al Grupo de los Ocho más Cinco (G8+5).


El G8+5 está integrado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Reino Unido y EEUU, más cinco países emergentes: Brasil, China, India, México y Suráfrica, y es responsable de la mayoría de gases contaminantes que se emiten a la atmósfera.
Esos gases son responsables del calentamiento global, un problema real y serio, según el consenso de la comunidad científica.

El fenómeno hace que países como España sufran cada vez más sequías, que en los Trópicos haya mayor riesgo de inundaciones y que los huracanes que azotan las costas estadounidenses sean más intensos, dijo a Efe Anders Wijkman, miembro del Comité sobre Medioambiente del Parlamento Europeo.

De ahí que el «Foro de Legisladores sobre Cambio Climático», en el que están representados todos los países del G8+5, emitió hoy un comunicado en el que insta al grupo a actuar antes de que sea demasiado tarde. El comunicado conjunto solicita, entre otras cosas, que el G8+5 actúe con celeridad para encontrar una alternativa al Protocolo de Kioto, que obliga a los signatarios a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y que expira en el 2012. Lo que ocurrirá a partir de esa fecha es todavía un misterio, ya que países como China, la segunda nación más contaminante, se muestran poco proclives a ratificar un acuerdo internacional que imponga duras restricciones a sus emisiones.

Otros países, como EEUU -el que genera más gases de efecto invernadero-, dicen que si Pekín no se compromete con el cambio climático Washington tampoco lo hará.
En ese tira y afloja está en juego la salud del planeta y hasta la propia continuidad de la vida en la Tierra, según Hans Joachim Schellnhuber, principal asesor medioambiental de la canciller alemana Angela Merkel. «No podemos perder este tren», señaló hoy Schellnhuber en una rueda de prensa en la que se expusieron los puntos del comunicado conjunto.
Para el experto, el apartado más importante que incluye el comunicado es el de la búsqueda de un sustituto de Kioto, que debería de haber cobrado forma para el 2009.
Dicho tratado internacional tendría que incluir objetivos a largo plazo para los países desarrollados y metas «apropiadas» para las naciones en vías de desarrollo.
El comunicado no precisa qué entiende por «apropiadas», aunque sí destaca que es preciso reconocer la necesidad de crecimiento económico y acceso a la energía para aliviar la pobreza que castiga a las naciones más pobres.

Los cerca de 80 congresistas reunidos en Washington estuvieron de acuerdo también en la necesidad de establecer incentivos que reduzcan la deforestación, así como otros estímulos para impulsar el desarrollo sostenido en las naciones emergentes. La tecnología y la innovación juegan también papeles «clave» en la lucha contra el cambio climático, según el comunicado.

Los expertos reunidos en Washington insistieron en que las suyas no son medidas utópicas, e hicieron hincapié en que la solución al problema puede pasar por la creación de un mercado global de emisiones de carbono. Ese mercado permite a los países más ricos transferir tecnología o invertir en proyectos que reducen los gases contaminantes en los países pobres. Tal reducción contabiliza como si fuera del país rico en cuestión y resulta financieramente más viable que si esa nación industrializada tuviera que invertir en su territorio.

Dicha estrategia permite alcanzar el doble objetivo de que el mundo en desarrollo crezca de una forma «limpia» y que el planeta en su conjunto goce de mejor salud.
Europa es una de las regiones a la vanguardia en el comercio de emisiones de carbono, algo que queda reflejado en el comunicado divulgado hoy, que anima a vincular el mercado europeo con otras iniciativas similares alrededor del mundo «para que exista un mercado más líquido, que ayude a reducir las emisiones a bajo costo».

Fuente: El Informador