La deuda ecológica de España

España entra a las 16.50 horas de este martes en «deuda ecológica», término que significa que se ha consumido ya todo lo que su sistema ecológico puede producir, no puede regenerarlo y emite más contaminantes de los que puede absorber.

Así se desprende de los cálculos de la New Economics Foundation (FES), un comité de expertos independiente británico, que se basa en datos de la Global Footprint Network, que publica todos los años las National Footprint Accounts.

El sistema natural tiene una capacidad limitada de producir recursos y de absorber contaminantes sin poner en riesgo la capacidad de (re)generar estos recursos año tras año.

Según los cálculos de SEF, España ha tardado menos de un tercio del año en acabar con todo su presupuesto ecológico para 2011 y solo puede satisfacer las necesidades a cuenta de recursos de otros países.

Según las mismas fuentes, la biocapacidad del territorio español solo permite cubrir un 29,8% de su demanda de recursos.

Cada español necesita 5,4 hectáreas globales para satisfacer su nivel de consumo actual, pero solo tiene un presupuesto de 1,6 hectáreas, por lo que su déficit ecológico es de 3,8 hectáreas.

Al ritmo de consumo actual y si España tuviera que subsistir de sus recursos propios, este martes, 19 de abril, los habría agotado.

El déficit ecológico en 50 años

Este día del déficit ecológico (ecodebt-day) ha evolucionado desde hace 50 años. Entonces España entraba en deuda ecológica el 2 de octubre.

En los últimos 50 años, esta fecha se ha ido adelantando un mes por década, de forma que en 1971 fue el 20 de julio; en 1981 el 20 de junio; en 1991 el 20 de mayo; en 2001 el 26 de abril y el 2007 el 19 de abril.

En este caso, el presupuesto de España se desenvuelve al igual que otros países europeos y del llamado «primer mundo».

Si se repartiera la biocapacidad anual del planeta entre todos sus ciudadanos, a cada persona le correspondería 1,8 hectáreas, lo que supone 3 veces menos de lo que consume cada español.

En el caso de que todos los ciudadanos del planeta vivieran como un español se requerirían tres planetas completos para cubrir sus necesidades.

Fuente: 20 minutos