La población femenina es la más afectada por el cambio climático

El informe de Estado de la Población Mundial 2009, titulado «Frente a un mundo cambiante: las mujeres, la población y el clima», es el primero de su tipo que pone de relieve «los vínculos estrechos entre la población y el cambio climático», dijo el norteamericano Robert Engelman, autor del estudio, durante un taller para periodistas en la Ciudad de México, que se realizó unos días antes del lanzamiento mundial hoy en Londres.

No es casual la fecha elegida para difundir esta realidad: entre el 7 y el 18 de diciembre se realizará en Copenhague la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 15), donde los gobiernos una vez más intentarán acordar estrategias.

«No existe ningún país que no tenga capacidad para enfrentar el problema, aunque queda claro que el problema es de los más ricos», principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero que recalientan la atmósfera, sostuvo Engelman.

En palabras de la directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Thoraya Ahmed Obaid, será un momento donde «los gobiernos marcarán un rumbo» para abordar uno de los problemas «más arduos que jamás hayamos enfrentado los seres humanos: cómo ordenar nuestra influencia sobre el clima y cómo adaptarnos a los cambios climáticos».

Lo relevante de este nuevo informe es su enfoque: mientras el tema del cambio climático siempre estuvo dominado por el discurso de los científicos, la organización internacional se propuso ahora enfocarlo en qué significa para la gente.

«La emisión de dióxido de carbono va de la mano del crecimiento de la población. Las personas causan el cambio climático y son afectadas por él. Por eso las personas deben adaptarse y sólo ellas tienen el poder de contrarrestarlo», dijo Engelman.

Aunque el informe abarca a todas las poblaciones vulnerables, hace eje en las mujeres. «Se trata de empoderarlas. Para la UNFPA es importante su desarrollo y juegan un papel único en este tema», dijo el investigador.

«Las mujeres pobres en los países pobres figuran entre quienes más padecen las consecuencias del cambio climático, aun cuando son quienes menos han contribuido a dicho cambio», analizó hoy Obaid, durante la presentación internacional.

Los pobres son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático y la mayoría de los 1.500 millones de personas que viven con menos de 1 dólar diario son mujeres. «Las mujeres serán afectadas de manera diferente a los hombres», dice el informe.

Ellas figuran entre las personas más vulnerables porque en muchos países constituyen la mayor parte de la mano de obra agrícola y también porque suelen tener menos oportunidades de obtener ingresos.

«Las mujeres administran el hogar, lo que a menudo limita su movilidad y acrecienta su vulnerabilidad a desastres naturales repentinos atribuibles al clima», explica el informe, que da cuenta que suelen vivir en zonas proclives a las inundaciones, la elevación de los niveles del mar y las tormentas.

Por esa razón, la investigación hace eje en la planificación de la familia y la atención de la salud reproductiva.

«La probabilidad de que los acuerdos internacionales sobre el cambio climático alcancen sus objetivos en el largo plazo es mayor si toman en cuenta la dinámica de la población, las relaciones entre los sexos y el bienestar de la mujer y su acceso a servicios y oportunidades», dice el informe.

«Un crecimiento más lento de la población ayudaría a fortalecer a las sociedades frente a los efectos del cambio climático y contribuiría a reducir las futuras emisiones de gases de efecto invernadero», consideró Engelman.

Según el informe, la influencia de la actividad humana en el cambio climático es compleja: incluye lo que consumimos, los tipos de energía que producimos y utilizamos, el lugar donde vivimos, la riqueza del país, la edad y hasta «la medida en que las mujeres y los hombres disfrutan de igualdad de derechos y de oportunidades».

Durante el taller, Engelman consideró que a medida que las economías, las poblaciones y el consumo van creciendo, el cambio climático podría tornarse más extremo. «Si no lo frenamos, un niño que nace hoy tendrá en pocos años una temperatura de seis grados más. Esto es dramático y hay que impedirlo», opinó.

Claro que el investigador hizo hincapié en las responsabilidades: la dinámica de la población es sólo una parte de un problema más complejo, que involucra a países poderosos y a los otros que quedaron al margen de esas decisiones que afectan sus vidas.

«El mundo en desarrollo ha sido responsable de una pequeña proporción de emisiones de gases de efecto invernadero; no obstante, ya está soportando una mayor parte de la carga», dice el informe.

Por esa razón, Obaid dijo hoy que «todas las naciones tienen derecho al desarrollo». Sin embargo recordó que «todos los países enfrentan el desafío de desarrollarse de maneras que aseguren la equidad social y sean racionales desde el punto de vista del medio ambiente».

«El cambio climático no es sólo una cuestión de fuentes de energía y de medio ambiente; es también una cuestión moral, de justicia y equidad», consideró la directora de la UNFPA, de cara a la reunión mundial de Copenhague.

Fuente: InfoBAE