Los satélites de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) detectaron una decoloración por el calentamiento global en los corales en la Gran Barrera de Arrecifes de Australia, según ha afirmado la agencia de EEUU.
El enorme hábitat marino formado por casi 3.000 arrecifes que se extienden en torno a unas 600 islas, ‘como otros arrecifes en el mundo, está en peligro’, señaló Gene Carl Feldman, del Grupo de Procesamiento Biológico en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales, de la NASA.
‘El coral, que sólo puede sobrevivir en un muy estrecho campo de condiciones ambientales, es extremadamente sensible a los cambios en el ambiente. Como el canario en las minas, puede proporcionar un sistema de alarma ante la inminencia de situaciones peligrosas’, señaló.
Los arrecifes son cruciales en los ecosistemas marinos y en el caso de Australia, proporcionan una barrera natural contra la acción de las olas en sus costas nororientales.
En un artículo publicado en su página de Internet, la NASA indicó que esas joyas de la naturaleza, que se caracterizan por sus explosiones de color, han comenzado a volverse blancas.
Añade que la decoloración ocurre cuando temperaturas más cálidas que lo tolerable en el mar obligan a los corales a desprenderse de las algas que los mantienen con vida y les dan su color.
Sin esas algas, y si las condiciones persisten demasiado tiempo, los corales adquieren un tono blanquecino y, en última instancia, mueren, según el artículo.
Los últimos aumentos de la temperatura en la superficie marina causan una brecha en la relación simbiótica entre los corales y las algas que se albergan en sus cuerpos, manifestó la NASA.
Los satélites Terra y Aqua de la NASA recogieron la información sobre el proceso de decoloración de los arrecifes y la entregaron a científicos de todo el mundo que estudian el efecto del calentamiento global en los mares.
Scarla Weeks, científico de la Universidad de Queensland, en Australia, que estudia los cambios en la temperatura marina en la Gran Barrera de Arrecifes, indicó que la información de los satélites podría ser vital.
‘Quisiéramos saber cómo podemos salvarla. No podríamos hacerlo si no contáramos con los satélites de la NASA. Su servicio de datos nos permite comprender como nunca antes lo que ocurre en el océano’, manifestó.
Fuente: Terra Actualidad