El cuarto Año Polar Internacional comenzará mañana en París

Más de 50.000 científicos procedentes de 60 países y agrupados en 200 proyectos estudiará los efectos del cambio climático en los polos con motivo del cuarto Año Polar Internacional (API), que comenzará mañana en París.

Se trata del «mayor esfuerzo de investigación científica internacional coordinada en los últimos cincuenta años», según los organizadores de un proyecto, que durará hasta marzo de 2009 y que integrará proyectos físicos biológicos y sociales.

Abanderado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y por el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU), el cuarto API se produce en un momento crucial para entender las causas de la reducción de la masa glaciar de los polos.

La inauguración oficial del API tendrá lugar en una ceremonia que se desarrollará mañana en el parisiense Palacio del Descubrimiento.

Los anteriores API tuvieron lugar en 1882-1883, 1932-1933 y 1957-1958, aunque este último fue bautizado como Año Geofísico Internacional.

El director ejecutivo del ICSU, Thomas Rosswall, aseguró que este nuevo API tendrá «un programa más amplio que los anteriores» porque engloba «todas las disciplinas de las ciencias naturales y sociales» con el objetivo de que se convierta «en un ejemplo de colaboración entre científicos de todo el mundo en beneficio de la sociedad».

Los organizadores están convencidos de que el nuevo API puede ser una buena respuesta para encontrar, de forma urgente, respuestas a cuestiones importantes que plantea el calentamiento climático y su influencia sobre esta zona sensible del planeta.

«Este API llega en un momento en el que abundan las evidencias de cambios en las masas polares», indicó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

Las conclusiones del cuarto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (GIEC) muestran que las regiones polares son extremadamente sensibles a los cambios climáticos y que sus consecuencias se dejan sentir en todo el planeta, señaló.

Así, el deshielo de los cascotes polares, por ejemplo, provoca un aumento del nivel del mar, lo que incide directamente en las poblaciones costeras.

Los científicos elaborarán estudios para conocer el estado actual de los polos, tanto el Ártico como el Antártico, analizar la influencia del cambio climático sobre los mismos y el efecto que éste tiene en el resto del planeta.

Los proyectos de investigación estarán articulados entorno a seis temas: situación actual, cambios, interrelaciones con el resto del globo, los límites científicos de la investigación, la utilización de los polos como centros de observación y la dimensión humana en el proceso.

En este último punto tratará de dilucidar las consecuencias que el calentamiento climático puede tener para los habitantes de las regiones circundantes de los polos, que los organizadores calculan en unos cuatro millones de personas.

Pero el API pretende también sensibilizar al público sobre los efectos del cambio climático, así como formar a una nueva generación de ingenieros, científicos y líderes, con un punto de vista diferente sobre el problema.

Para el director ejecutivo del API, David Carlson, el proyecto se enfrenta a «enormes desafíos», como la financiación, la dificultad de compartir datos y los rápidos cambios que sufren las regiones polares, pero señaló que los afrontan «con una fuerza enorme: el entusiasmo y la colaboración internacional».

Fuente: La Cronica