Europa sufre el cambio climático de mayor magnitud de los últimos 5.000 años

La temperatura media en Europa ha aumentado en los últimos 100 años 0,95 grados centígrados, lo que significa un 35% de calentamiento superior a la media del planeta (0,7 grados), según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) presentado ayer en Bruselas. El mayor calentamiento se ha registrado en la península Ibérica, el noroeste de Rusia y algunas regiones árticas. Los cuatro años más calurosos de los que se tiene registro han sido 1998, 2002, 2003 y 2004. El 75% de los glaciares alpinos, si la tendencia se mantiene, se habrán deshelado en 2050. «En Europa no se han visto cambios climáticos de esta magnitud desde hace 5.000 años», afirma la agencia.

Las temperaturas siguen subiendo, recuerda el informe de la AEMA, denominado El medio ambiente europeo, estado y perspectivas 2005, que es una evaluación global de la situación del medio ambiente en Europa. Las proyecciones de los científicos indican que la temperatura se incrementará en Europa entre 2 y 6,3 grados centígrados en este siglo, dependiendo de si se toman o no medidas enérgicas de contención de los gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.

El aumento de las temperaturas probablemente será ligeramente superior en España, Grecia e Italia, así como en el noreste del continente, mientras que será menos notorio en las costas atlánticas, recuerda el estudio de la AEMA. En cuanto a las precipitaciones, los registros históricos indican que han sido entre un 10% y un 40% superiores a la media en el Norte de Europa, y un 20% inferiores en el Sur. Las proyecciones indican que ambas tendencias -más lluvias en las regiones septentrionales europeas y menos en las meridionales- se mantendrá en el futuro.

«En algunas regiones, la agricultura probablemente se beneficiará de las estaciones anuales de crecimiento más largas, pero otros sufrirán graves sequías y fenómenos meteorológicos extremos más intensos e impredecibles, por lo que la agricultura será más arriesgada», dice el estudio, realizado durante en cinco años y teniendo en cuenta 31 países del continente europeo.

Ante este panorama, la UE se ha planteado evitar que el calentamiento suponga un aumento de la temperatura media global superior a dos grados respecto a la situación preindustrial, recordó ayer Jackeline McGlade, directora de la AEMA.

«Sin una actuación eficaz durante varias décadas, el calentamiento del planeta provocará el retroceso de las capas de hielo continental en el Norte y el avance de la desertificación en el Sur. De hecho, la población continental podría acabar concentrándose en el centro», recordó ayer McGlade en Bruselas.

Limitar el calentamiento

Para alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados sería necesario mantener las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel inferior a las 550 partes por millón hacia 2050 (ppm). Actualmente la concentración es de 375 ppm y antes de la industrialización era de 280. Este objetivo exigirá que los países desarrollados reduzcan sus emisiones entre un 60% y un 80% en 2050, respecto a los niveles de 1990, mientras que los compromisos del Protocolo de Kioto ahora obligan a la UE a cumplir una reducción del 8% en 2008-12. La AEMA señala que el objetivo intermedio de alcanzar una reducción del 15% al 30% en 2020 «será más difícil de lograr».

Según el estudio de la agencia europea, la clave para cambiar hacia una economía de baja emisión de dióxido de carbono (el principal gas de efecto invernadero) reside en tres medidas fundamentales: reducción del consumo energético, aumento de la eficiencia de las energías renovables y mejora de la eficiencia energética en la generación eléctrica y su utilización. La utilización de renovables está aumentando poco a poco, recuerda la AEMA, «mientras que la posibilidad de incrementar la generación nuclear sigue abierta, y muy debatida, en la mayoría de los países».

El transporte es el mayor contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero, afirmaron ayer los expertos de la AEMA, «y seguirá haciéndolo en el futuro inmediato». Según las previsiones, resaltaron los expertos, el transporte aéreo de pasajeros se duplicará de aquí a 2030. El transporte aéreo y marítimo internacionales están, por ahora, excluidos de las reducciones de emisiones comprometidas bajo el Protocolo de Kioto.

El informe de la AEMA no se limita al cambio climático, aunque lo destaca como reto de primer orden. Pero también hay otros ámbitos preocupantes en el medio ambiente del conjunto continental. La biodiversidad, los ecosistemas marinos, los recursos del suelo y los recursos hídricos, la contaminación atmosférica y la salud son los más importantes.

La demografía sigue presionando sobre el medio ambiente. Entre 1990 y 2000 se edificó en Europa una superficie superior a 800.000 hectáreas, lo que significa que si se mantiene esta tendencia, la superficie urbanizada europea se duplicará en poco más de un siglo.

Fuente: El PAIS.es