Las peores inundaciones en Australia en medio siglo

El río Brisbane se desbordó hoy a su paso por la tercera mayor ciudad de Australia, Toowoomba, donde miles de ciudadanos intentan salir de los barrios bajos para escapar de las riadas, que han causado ocho muertos y más de setenta desaparecidos. Parte del centro y algunos distritos ya han sido desalojados, y otros vecinos se desplazan de pie a zonas más altas, informaron los servicios de emergencia. Sin embargo, en las áreas altas sigue funcionando el transporte público.

La primera ministra australiana, Julia Gillard, compareció en televisión para afirmar que «la nación tiene que prepararse para el hecho de que el numero de muertos por las riadas aumentará».
Los servicios de emergencia australianos buscan a 72 personas desaparecidas desde las trombas de agua que el domingo por la noche pasaron por una zona del noreste del país afectada por graves inundaciones, según informaron fuentes oficiales. «Tenemos ocho muertes confirmadas en este momento, pero esperamos que la cifra aumente y el incremento puede ser muy grande», dijo la jefa del Gobierno del estado de Queensland, Anna Bligh.

Las autoridades también elevaron a ocho los fallecidos desde el domingo, lo que aumentó a 19 el total desde diciembre por las peores riadas en cinco décadas. Entre los desaparecidos hay familias enteras, y tanto la Cruz Roja como los equipos de rescate no han podido llegar a algunas de las áreas más devastadas en los alrededores de la ciudad de Toowoomba.

Contención imposible

Una pared de agua, que en algunos puntos supera los 8 metros de altura, continúa bajando por el valle del río Lockyer en Queensland y arrastra todo lo que encuentra a su paso, como casas intactas que se ven bajar por la riada en las imágenes de televisión. Los meteorólogos creen que los aguaceros continuarán en las próximas horas, y se está intentando evaluar cuál será el impacto de las inundaciones cuando éstas lleguen al embalse de Wivenhoe. Cuando se llegue al límite de la capacidad de la presa, no será posible contener el agua que libere el río Brisbane, que pasa por el centro de la tercera mayor ciudad de Australia.

Las autoridades han pedido a los dos millones de habitantes que se queden en casa y eviten conducir y que los vecinos de barrios bajos se trasladan a zonas a mayor altura para que no se repita la tragedia de 1974, cuando catorce personas murieron, 300 resultaron heridas y 6.700 casas quedaron anegadas en otras inundaciones.

El Gobierno australiano ha desembolsado hasta la fecha cuatro millones de dólares para ayudar a los 200.000 damnificados y ha aprobado un fondo especial de casi 77 millones de dólares para las administraciones municipales. Los sectores agrícola, minero y turístico son los que más sufren los daños provocados por la catástrofe natural, que, según los cálculos de las autoridades, superarán los 5.000 millones de dólares.

Noticia publicada en ABC.