Las compañías de fertilizantes están entre los principales responsables del cambio climático. Así lo señala un nuevo informe de la organización conservacionista internacional GRAIN, con sede en Barcelona. Este sector, clave par la industria agraria, podría ser responsables de hasta un 10% de la emisión global de gases con efecto de invernadero, aparte de los otros impactos (en cursos de agua, suelos..). GRAIN apunta que las acciones para romper la dependencia de la agricultura de los fertilizantes químicos son socavadas por los lobbys de la industria de los fertilizantes.
El informe de GRAIN muestra que las compañías de fertilizantes han influido de forma decisiva los principales procesos de definición de políticas sobre agricultura y clima, hasta querer dar la imagen de que a los fertilizantes químicos como la solución al cambio climático. Además, estos sectores han debilitado las políticas de apoyo a la agricultura sin sustancias químicas. Bajo la bandera de una «agricultura climáticamente inteligente», las compañías de fertilizantes “se aliaron con otras corporaciones de la alimentación y los agronegocios para presionar en favor de programas voluntarios (conducidos por corporaciones) que promueven el uso de fertilizantes”, dice GRAIN. Entre éstos, están el programa de agricultura climáticamente inteligente de Wal-Mart o el conocido como Nueva Visión parala Agricultura, del Foro Económico Mundial.
Las compañías de fertilizantes mantienen incluso su influencia dentro de la única iniciativa intergubernamental que ha surgido hasta el momento sobre cambio climático y agricultura, sostiene GRAIN. “Los miembros fundadores y el comité directivo dela Alianza Global para la Agricultura Climáticamente Inteligente, creada el año pasado en la cumbre sobre cambio climático de las Naciones Unidas, tienen una fuerte presencia de compañías de fertilizantes y de grupos que les sirven de fachada y de organizaciones asociadas con ellas”, se señala.
Los otros ‘Exxons’
«Las compañías de fertilizantes, como Yara de Noruega, son las Exxons de la agricultura», señala Henk Hobbelink, coordinador de GRAIN. «Promueven un modelo de agricultura que está destruyendo el planeta y hacen todo lo posible por bloquear cualquier acción relacionada con el cambio climático que pueda dañar sus ganancias».
Según el informe de GRAIN, hay estudios recientes que muestran que la contribución total de los fertilizantes químicos al cambio climático se ha subestimado drásticamente. Estos estudios sugieren que las emisiones de óxido nitroso debido al uso de fertilizantes químicos son entre 3 y 5 veces mayores que las reportadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Estas cifras del IPCC tampoco tienen en cuenta los aumentos globales en la producción de fertilizantes, el aumento del uso del gas de esquisto como materia prima o el impacto destructivo de los fertilizantes químicos sobre la materia orgánica, el más importante reservorio de carbono del mundo, se argumenta.
Hay soluciones
«Hoy podemos decir que este año el uso de fertilizantes químicos generará más emisiones de gases con efecto de invernadero que el total de emisiones provenientes de todos los autos y camiones que circulan en los Estados Unidos», señala Devlin Kuyek, un investigador de GRAIN. «Las buenas noticias es que existe una rápida solución para este problema: un viraje, a nivel mundial, hacia prácticas agroecológicas, que pueden lograr, sin químicos, rendimientos semejantes».
Las investigaciones muestran que los agricultores pueden terminar con el uso de fertilizantes químicos sin reducir los rendimientos, mediante la adopción de prácticas agroecológicas. Esta también fue la conclusión sustentada porla Evaluación Internacionaldel Papel del Conocimiento,la Cienciayla Tecnologíaen el Desarrollo Agrícola (IAASTD) de 2008, un proceso intergubernamental de tres años que involucró a más de 400 científicos y que fue auspiciado por el Banco Mundial y todas las agencias relevantes de Naciones Unidas.
«Podremos liberarnos fácilmente de nuestra adicción a los fertilizantes tóxicos en nuestros sistemas alimentarios, cuando retiremos los grilletes que la industria de los fertilizantes le ha puesto a los representantes y funcionarios internacionales», dice Hobbelink. «Esto debería comenzar cancelandola Alianza Global para la Agricultura Climáticamente Inteligente y sacando de las conversaciones de COP21 en París al lobby en favor de la industria de fertilizantes»
Fuente: La Vanguardia