Vínculo entre el clima y la malaria

El aumento en las temperaturas del planeta puede estar relacionado con el incremento de casos de malaria en África, según investigadores de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, Estados Unidos, que analizaron las temperaturas de la zona montañosa del Este de África.

Descubrieron que en los últimos cincuenta años ha habido un aumento de medio grado centígrado y este pequeño incremento, dicen, podría haber duplicado el número de mosquitos portadores de malaria.

El estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, afirma que recientemente la malaria ha resurgido en partes de la zona montañosa. Y el cambio climático podría se una de varias explicaciones de este aumento.

La investigación se centra en un nuevo análisis de la temperatura en cuatro regiones montañosas: el occidente de Kenia, suroeste de Uganda, sur de Ruanda y norte de Burundi.

«En el pasado, equipos de investigadores analizaron las mismas zonas y no encontraron evidencia de de calentamiento», dijo a BBC Mundo la doctora Mercedes Pascual, quien dirigió el estudio.

«Ninguno de estos estudios analiza los datos de malaria, sino se basan en datos de temperatura», señala.

«Así que volvimos a investigar con un conjunto de datos más amplio y un análisis más largo», señala la profesora del Departamento de Ecología y Evolución de la Universidad de Michigan.

«Descubrimos que ha habido un aumento de medio grado centígrado en los últimos 50 años, que se observa principalmente a partir de fines de 1970 hasta el presente», agrega Mercedes Pascual.

«Es una tendencia» dice la investigadora «que se veía a la vista y nos sorprendió que no se hubiera encontrado antes».

Patrones

En años recientes, la malaria ha surgido o resurgido en varias partes de la zona montañosa de África del Este, donde las temperaturas son varios grados más frías que en las tierras bajas.

Los investigadores indican que hay varios factores que podrían explicar ese resurgimiento de la enfermedad.

Pero el cambio climático se ha propuesto como uno de los factores que podría afectar al mosquito anófeles -que transmite el parásito de la malaria- y que podría ocurrir tanto con temperaturas más altas o el aumento en la precipitación fluvial.

Para llegar a sus conclusiones, los investigadores integraron los cambios de temperatura en un programa computacional que modela la población de mosquitos.

Con un aumento de medio grado, el modelo pronostica que el número de mosquitos podría aumentar entre 30 y 100%.

«El impacto se debe a que la temperatura tiene un efecto en la época de desarrollo del insecto», dice la doctora Pascual.

Factores

En las tierras bajas donde los mosquitos son abundantes y la malaria endémica, dicho incremento probablemente tendría un efecto marginal en las tasas de infección.

Pero es probable que en las tierras altas, donde los insectos son más escasos, ese aumento podría ser un factor clave en las tasas de transmisión.

«Las zonas donde se piensa que el impacto del clima puede ser más significativo es en esas zonas de transición, donde antes había menos casos y menos transmisión», afirma Pascual.

La investigadora subraya que los resultados del estudio no significan que la temperatura es el único factor que tiene un impacto en el aumento de la malaria.

Los factores que se mencionan incluyen la migración de poblaciones, la alta resistencia a los medicamentos antimaláricos y pesticidas y los cambios en el uso de la tierra.

«En este estudio no hemos analizado otros factores, nos centramos únicamente en la temperatura y los mosquitos», dice Mercedes Pascual.

«Sabemos que es un factor que debe ser considerado y ahora planeamos investigar más sobre la dinámica de la malaria en los humanos y la predicción de casos de la enfermedad basados en el clima», concluye la investigadora.

Fuente: Clave Digital