Terremoto de Lisboa (1755)

El terremoto de Lisboa de 1755 tuvo lugar el 1 de noviembre de 1755, a las 9:20 de la mañana. Fue uno de los terremotos más destructivos y mortales de la historia, causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas. El seismo fue seguido por un tsunami y un incencio, causando la destrucción casi total de Lisboa. Los geólogos estiman hoy que la magnitud del terremoto de Lisboa sería de un 9 en la escala de Richter, con su epicentro en el océano Atlántico a unos 200 km al oeste-sudoeste del Cabo de San Vicente.

Los informes contemporáneos indican que el terremoto duró entre tres y medio y seis minutos, produciendo grietas gigantescas de cinco metros de ancho que se abrieron en el centro de ciudad. Los supervivientes huidos en pos de seguridad al espacio abierto que constituían los muelles pudieron observar como el agua retrocedía, revelando el lecho del mar, cubierto de restos de carga caída al mar y los viejos naufragios. Varias decenas de minutos después del terremoto, un tsunami enorme con olas de entre 6 y 20 metros engulló el puerto y la zona centro, subiendo aguas arriba del río Tajo. Fue seguido por dos olas más. En las áreas no afectadas por el tsunami, los incendios surgieron rápidamente, y las llamas asolaron la ciudad durante cinco días.

De una población lisboeta de 275.000 habitantes, hasta 90.000 resultaron muertos. Otros 10.000 murieron en Marruecos. El ochenta y cinco por ciento de los edificios de Lisboa resultaron destruidos, incluyendo palacios y famosas bibliotecas, así como la mayoría de los ejemplos de la arquitectura manuelina, distintiva del siglo XVI portugués. Varios edificios que habían sufrido pocos daños a causa del terremoto fueron destruidos posteriormente por el fuego.

Lisboa no fue la única ciudad portuguesa afectada por la catástrofe. En todo el sur del país, sobre todo en el Algarve, la destrucción fue general.

Las ondas sísmicas causadas por el terremoto fueron sentidas a través de Europa hasta Finlandia y África del Norte. Tsunamis de hasta 20 metros de altura barrieron la costa del Norte de África, y golpearon las islas de Martinica y Barbados al otro lado del Atlántico. Un tsunami del tres metros golpeó también la costa meridional inglesa.

En España produjo al menos 1.275 muertos y abundantes daños. En Sevilla hubo nueve víctimas, el 89% de las viviendas resultaron dañadas y afectó incluso a la Giralda. El tsunami posterior afectó gravemente a las costas de Huelva y Cádiz. En Ayamonte murieron 1.000 personas; en Cádiz las olas rompieron las murallas, y el mar invadió la ciudad hasta tres veces, ocasionando numerosas víctimas. Conil fue destruida, Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera sufrieron víctimas y desperfectos..

Fuente: Wikipedia